Segunda comparecencia del ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, para dar cuenta de los problemas que vive la red ferroviaria. La primera, en el Senado.

Estos últimos, han centrado parte de la comparecencia de Puente, sobre todo, los Avril de Talgo, que entraron en funcionamiento la pasada primavera -y donde la mitad de los 22 entregados han tenido problemas- en un escenario donde cada vez hay más viajeros. “Estamos en cifras enormes” de crecimiento de “pasajeros, en cifras de dos dígitos”. “Estamos enormemente presionados para prestar el servicio”, ha reconocido Puente. “Hay un 20% de trenes que no están aptos para prestar el servicio”, entre todas las modalidades, ya sean de alta velocidad, media distancia o Cercanías.

Para tratar de revertir esa situación, el responsable de Transportes ha destacado que se va a realizar la mayor compra de material rodante de la historia. En total, “430 trenes nuevos, con opción de que sean 90 más”, que serán para Cercanías y Rodalies y para todos los territorios“. 

Están los problemas con los trenes y, además, las obras, donde se ha escudado en que “los fallos se producen en todos los sistemas ferroviarios del mundo”. “Las incidencias en infraestructuras se han incrementado en el último año”, ha reconocido Puente, “porque estamos inmersos en un enorme volumen de obras, el mayor de nuestra historia y eso produce incidencias, pero las molestias son coyunturales, los beneficios serán definitivos”. En este sentido, ha señalado que actualmente, hay 200 autobuses prestando servicios alternativos a los trenes.

“Estamos haciendo un enorme esfuerzo inversión, pero no ha sido así siempre”, donde ha destacado la significativa “contracción” del gasto entre 2012 y 2018 “donde la inversión en convencional y Cercanías se redujo a la mínima expresión”. La pasada semana, en el Senado, el responsable de Transportes ya destacó que el presupuesto en infraestructuras y trenes del ejercicio 2018, el último con Rajoy en Moncloa, fue de 4.310 millones de euros; y el último de 2023 se situó en 7.397 millones.

Puente ha señalado las obras en la estación de Chamartín, que se ha convertido en el “epicentro de las incidencias” de los problemas, que está sobrepasada de capacidad. Este año, esta infraestructura llegará a 14 millones de pasajeros, una cifra que en 2018, cuando se planificaron las obras, se preveía para 2040. 

“No hay espacio en Chamartín, está muy tensionada”. Y eso, ha asumido, es extensible a las grandes estaciones de España. “Atocha no tiene capacidad, está al límite. Por eso se está construyendo la estación pasante. Y Sants tiene cinco vías de alta velocidad. Por eso se ha construido la Sagrera, para poder llevar trenes, para esponjar la prestación del servicio”.

“Más allá de los comentarios o del oportunismo que se quiera hacer con estas incidencias”, ha asegurado Puente. “Tenemos unos índices de puntualidad, comparados con nuestro entorno, muy aceptables”. “La Comisión Europea, en julio, es verdad que con datos de 2020, habla de puntualidad del 90% y a principios de este año estamos muy cerca de esta media”. En cambio, Puente ha asegurado que en Alemania la puntualidad es del 50% y en Italia, del 76%. 

Esos porcentajes de puntualidad, este verano, están muy marcados por los problemas de los Avril de Talgo, los 22 trenes que entraron en operación en mayo y donde la puntualidad en la primera semana de agosto se redujo hasta el 50%.

Puente ha concluido su comparecencia pidiendo “paciencia y comprensión”. “Estamos invirtiendo más que nunca” y, aunque las incidencias van a seguir y “producirse hasta que superemos las fases más críticas” de las obras, “el futuro del ferrocarril es prometedor”. “Hay un Gobierno implicado en el transporte sostenible y cada vez ofreceremos un servicio mejor”, ha asegurado.