La falta de guarderías públicas lastra la inserción laboral de las madres migrantes respecto a las españolas

La OCDE ha presentado este lunes su informe anual de migración en el que registra un máximo histórico de llegadas de inmigrantes de 6,1 millones de personas en 2022, en un contexto de creciente falta de mano de obra en muchos países ricos. España figura como el cuarto estado con más llegadas, 471.800 personas, tras Estados Unidos (1.048.000), Alemania (641.100) y Reino Unido (521.200). El informe dedica varios capítulos a analizar una perspectiva olvidada en muchas ocasiones: las mayores dificultades de las madres migrantes para entrar en el mercado laboral son muy superiores a las españolas con hijos.

El estudio ha sido presentado esta tarde por el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, junto con el ministro español de Inclusión, Seguridad Social y Migración, José Luis Escrivá, y Monique Pariat, directora general de la Dirección General de Migración y Asuntos de Interior (HOME) de la Comisión Europea.

La organización internacional advierte de que "las tasas de empleo aumentaron para los hombres y para las mujeres migrantes, pero las madres migrantes siguen enfrentándose a retos específicos". El resultado: que las penalizaciones que sufren las mujeres con hijos en el mercado laboral se disparan en el caso de las madres migrantes respecto a las nacionales.

De media, el 52% de las mujeres migrantes con hijos pequeños tienen un empleo frente al 72% de sus homólogas nacidas en los países de la OCDE. "En más de la mitad de los países, la diferencia entre estos dos grupos supera los 20 puntos porcentuales", recoge el estudio y ha destacado el ministro Escrivá en la rueda de prensa.

El informe y los responsables de la OCDE destacan la necesidad de implementar "medidas específicas" que ayudarían a impulsar la participación de las madres migrantes en el mercado laboral. Aunque hay multitud de factores que intervienen en su mayor freno al empleo, uno de los más destacados –también por la capacidad de intervención de las instituciones públicas– es facilitar "el acceso temprano a los servicios de guardería".

El acceso gratuito a la educación infantil de 0 a 3 años es una medida siempre destacada por los especialistas en igualdad de género, también en reducción de la pobreza, por sus efectos positivos. En este contexto, las familias migrantes tienen de media menos recursos, menos redes familiares y, por ello, más dificultades aún para poder contratar servicios privados para el cuidado de los menores, que acaba recayendo en las madres y expulsándolas del mercado laboral.

La OCDE destaca en concreto a España por sus deficiencias en este servicio: "En España e Italia, dada la escasez de servicios de guardería, la participación laboral de las mujeres y la crianza de los hijos suelen conciliarse mediante el cuidado no remunerado de los abuelos y el trabajo de cuidado de los inmigrantes".

Todos los responsables han destacado en la rueda de prensa de la OCDE la necesidad de aumentar la llegada de migrantes de aquí al futuro y de trasladar este discurso a la sociedad ante la falta de trabajadores en los próximos años, que se agudizará por el envejecimiento de la población. Estas llegadas y la inclusión de la población migrante serán necesarias para garantizar "los estados del bienestar" en países ricos, para sostener derechos como las pensiones "pero no solo", ha destacado el ministro José Luis Escrivá.

Para ello, los tres intervinientes han defendido la necesidad de regular más vías de migración seguras, que reduzcan las llegadas irregulares, que se cobran miles de vidas en los trayectos. Por ejemplo, más de 22.000 migrantes han muerto cruzando el Mediterráneo central en los últimos diez años, según la ONU.

España es uno de los países destacados por la OCDE por implementar en los últimos años varias reformas para facilitar la llegada de trabajadores extranjeros, así como la regularización de personas que se encuentran en situación irregular. El ministro Escrivá y Monique Pariat han defendido que se faciliten más las llegadas de trabajadores extranjeros a Europa, especialmente los cualificados.

El discurso de la OCDE ha estado marcado en la utilidad de estas llegadas para los países ricos, para "poder mantener el ritmo de crecimiento económico". En organizaciones humanitarias y de derechos de los migrantes reiteran que, más allá de las visiones "utilitaristas" de los inmigrantes, las regulaciones de los países deben tener en cuenta la necesidad de articular vías de entrada seguras en todos los casos, especialmente ante emergencias humanitarias y de conflictos internacionales.