De forma consciente o inconsciente, el cine de Céline Sciamma parece conducir a Retrato de una mujer en llamas. La guionista y directora francesa se ha especializado en un cine que capta de forma muy singular el sentir y el pulso de las relaciones afectivas y sexuales entre mujeres del siglo XXI.
Lirios de agua, su debut en 2007, narraba el despertar carnal de una adolescente, fascinada por la capitana de su equipo de natación. Un título filmado con extraordinaria sensibilidad, cuyos motivos más tarde exploraría con mayor libertad en Girlhood, vibrante drama adolescente sobre la sororidad. Su mejor película hasta la fecha, la maravillosa Tomboy, dejaba atrás las tribulaciones teen para mirar hacia la infancia de una niña de 10 años que se hacía pasar por un chico de su edad.