La Ingobernable ya no estará en el madrileño Paseo del Prado 30, aunque según dicen en el comunicado de su cierre son "indesalojables". No así para el reciente alcalde de la capital y sus socios de Ciudadanos, que han exhibido su poder ejecutando una medida que pedían desde hace más de dos años y que el pasado octubre consiguió respaldo judicial. Esta prórroga no ha sido casual. Han esperado a la firma del pacto progresista para sacar los galones frente a la cúpula de sus partidos justo después del 10-N.
Con un efectivo formado por 130 policías, el Ayuntamiento acometió la operación "por la fuerza, sin diálogo y sin previo aviso" en la madrugada del martes, tal y como denunció el colectivo social a este periódico.