El irreverente cineasta francés Alain Guiraudie ganó la Espiga de Oro en Seminci con este thriller rural donde un crimen desata el uso del deseo como moneda de cambio
‘Blancanieves’, el triste remake de acción real que nació maldito por culpa de la obsesión de la derecha contra lo ‘woke’
Pocos cineastas tan irreverentes como el francés Alain Guiraudie. Sus películas son impredecibles, sorprendentes y con un punto socarrón. Como él mismo dice, “buscan desafiar el orden establecido; observan y muestran el mundo desde un ángulo único”.