Además, ha legado un libro de Miguel Hernández con anotaciones (Serrat grabó en el año 1972 un álbum en el que musicalizó poemas del poeta oriolano). “Está roto, como tiene que estar un libro: roto, manchado y con signos evidentes de haber sido usado”, ha reivindicado, ironizando con que la compra de esta edición, en la época franquista, se hizo en el extraperlo.
Asimismo, la caja tambien acojerá su máquina de escribir Brother. Echelon 44, con la que escribió parte de sus primeras canciones. “Este objeto siempre me gustó mucho, porque he tenido una letra difícil de leer incluso para mí y, a máquina, leía los versos como si fueran mejores: hechos a mano no me salían tan bien”.
En el acto han participado, además del artista, el director del Instituto, Luis García Montero, y el presidente de la Asociación de Editores de Madrid, Manuel González. También han estado como testigos de honor la mujer de Serrat, Candela Tiffón, y la Secretaria de Estado para Iberoamérica y el Caribe, Susana Sumelzo.
Reivindicando la herencia de Don QuijoteSerrat ha reivindicado antes del acto la herencia de Don Quijote. “En el siglo XXI saldría muy mal parado, mucho peor que lo que salió en su época original”, ha comentado del hidalgo creado por Miguel de Cervanetes.
“No he hecho prácticamente nada en la vida pensando que iba a dejarle algún legado a nadie y a nada, ni cuando mis hijos nacieron. Han sido cosas que han ido ocurriendo en la vida, a la cual estoy muy agradecido porque me ha permitido ejercer un oficio que me ha hecho muy feliz, que me ha permitido expresarme y encontrarme con los demás”, ha destacado a la prensa al inicio del homenaje.
“Me siento muy emocionado por tener que dejarlos”, terminado diciento respecto a los objetos depositados. “¿Podré retirarlos en algún momento?”, ha preguntado con humor al introducirlos en la caja. Luis García Montero, director del Instituto Cervantes, le ha reconocido, entre esos compartimentos que encierran ya “las mejores herencias del pasado en un compromiso con el pasado”, el poder creativo de sus letras y su diálogo con la poesia del citado Hernández, de Alberti o Machado entre tantos otros, así como al Noi de Poble Sec por su contribución a la Nova Canço y la cultura en catalán. “Querido Nano, nos has enseñado a vivir con versos en la boca”, le ha dicho, tras afirmar, parafraseándole, que “recibir su legado es una fiesta”.
Serrat, premio Antonio de Sancha 2025El acto se ha enmarcado a su vez en la entrega que le ha hecho la Asociación de Editores de Madrid del premio Antonio de Sancha 2025 “por ser un ejemplo de honestidad personal e intelectual, y en reconocimiento a su obra como parte de la educación sentimental de varias generaciones de españoles y americanos”.
“Cada vez que alguien premió alguna cosa en algún momento de mi trabajo, me sentí un hombre extraordinario, feliz conmigo mismo. Los premios, en tanto te los dan con cariño y con respeto por lo que haces, te provocan también a ti cariño y respeto por todos los demás”, ha subrayado Serrat.
Ha destacado asimismo la importancia de quienes le otorgan esta vez un premio, los editores, “un gremio fundamental en el mundo de la literatura, para los escritores y para los lectores”. En ese sentido, durante el acto ha querido acordarse por ejemplo de aquel ejemplar de Miguel Hernández que ha legado y que compró en 1966 “un poco a contrabando” gracias a una editorial, Losada, a la que su generación “jamás agradecerá” lo que fue su labor para su mundo “cuando a nuestros pies solo teníamos cardos y rocas”.