Una novedad atraviesa a la principal coalición opositora de Argentina desde hace pocas semanas. Cuando se acerca la definición de las candidaturas para las elecciones de octubre y el peronismo se encuentra inmerso en una severa crisis de identidad, los líderes de Juntos por el Cambio (JxC) protagonizan peleas a cielo abierto, que incluyen operaciones de prensa, advertencias de traición y amenazas de ruptura.
Tanto el partido Propuesta Republicana (PRO), fundado por Mauricio Macri, como JxC, la coalición que integra junto a la tradicional Unión Cívica Radical y la liberal cristiana Coalición Cívica, habían mantenido los conflictos de mayor calado lejos de la vista del público, estrategia que han combinado con la prédica de “diálogo” y “consenso” frente a lo que sus dirigentes denuncian como la “intolerancia” del kirchnerismo.