La decisión de Estados Unidos de retirar los estatus de Brasil y otra veintena de países como naciones "en desarrollo" no tendrá impactos negativos inmediatos para el gigante suramericano, si bien expertos evalúan que la medida podría frenar algunas ventajas que dicha condición aporta, como la protección de subvenciones.
La decisión proteccionista por parte del Gobierno de Donald Trump mira sobre todo a China, en medio de la guerra comercial entre las dos mayores potencias económicas del mundo, aunque podría salpicar mercados menos pujantes, como es el caso de Brasil.
La acción de Estados Unidos abre paso para que el Gobierno investigue casos de exportaciones subsidiadas en otros países, que obedecen a algunas legislaciones específicas.
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