La jefa de gabinete de Keir Starmer, Sue Gray, tiene desde hace meses preparado un informe con miserias y posibles emergencias a las que se va a enfrentar el nuevo Gobierno británico. Es “la lista de Sue de la mierda”, en palabras de un colega. La descripción más fina del elenco es “lista de desastres”.
Si Tony Blair arrasó en 1997 en un país en expansión con el mensaje optimista de Cool Britannia, Starmer llega ahora al Gobierno en uno deprimido que se describe como Broken Britain, el país donde todo está roto.