Como ya ocurrió con François Mitterrand en 1988 y con Jacques Chirac en 2002, este año no habrá ceremonia de traspaso de poderes, sino una investidura para marcar el inicio del nuevo mandato presidencial en Francia.
En esta ocasión, se apostará por la sobriedad y el acto se "reducirá al mínimo", según ha indicado el Consejo Constitucional. Aunque Emmanuel Macron obtuvo este domingo una clara victoria (58,5%-41,5%) sobre la candidata de la Agrupación Nacional, Marine Le Pen, los tiempos no llaman a grandes celebraciones y el presidente así lo ha reconocido.
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