El diplomático más influyente de la historia moderna de Estados Unidos, Henry Kissinger, ha fallecido esta noche a los 100 años de edad en su residencia en Connecticut. Permanecerá el despiadado y sangriento legado que caracterizaron sus ocho años al mando de la política exterior estadounidense, entre 1969 y 1977, durante las presidencias de Richard Nixon y Gerald Ford. Y será recordado en el país norteamericano como un hombre de estado, que priorizó los intereses de EEUU en detrimento de los derechos humanos en la etapa de distensión de la Guerra Fría, que fue el artífice de las tardías y secretas negociaciones de paz en Vietnam, y que apoyó el golpe de Estado conta Salvador Allende en Chile en 1973, así como otras dictaduras en América Latina, mediante el conocido como Plan Cóndor.