A falta de la letra pequeña, el ingreso mínimo vital ya ha hecho historia. España implementará por primera vez una renta mínima en todo el Estado destinada a los hogares con muy escasos recursos, con el objetivo de reducir la pobreza y, en especial, la más severa. "Todos los países de la eurozona tienen sistemas de rentas mínimas estatales, muchos de ellos compatibles con el empleo", recuerda Olga Cantó, economista e investigadora sobre pobreza y desigualdad. España dejará de ser una anomalía entre sus socios europeos con este nuevo ingreso, que triplicará el número de hogares en pobreza protegidos por una renta mínima hasta llegar a las 850.000 familias.