Manuel Chaves Nogales (Sevilla, 1897-Londres, 1944) sostenía que la esencia del periodismo era “andar y contar”, o sea, acudir a los lugares donde se producía la noticia para narrar esas historias a los lectores. Pero Chaves no solo anduvo a pie, sino que en los años veinte y treinta del siglo pasado, en una actitud pionera, tomó aviones y trenes, barcos y automóviles para dar testimonio de acontecimientos que iban a transformar el mundo. Viajó como corresponsal a la Alemania nazi y a la Rusia soviética, a Francia e Inglaterra, entrevistó a los líderes de aquella Europa en ebullición y a los dirigentes de la República española.