Se vislumbra una nueva crisis en el handling, el servicio de asistencia en tierra a las aerolíneas, que lleva las maletas desde los aviones a las terminales. Nueva, porque son periódicas, en una actividad que depende de concursos públicos –los realiza Aena– y se presta por operadores privados. En el sector todavía se recuerdan las movilizaciones de 2006, cuando los trabajadores de tierra de Iberia ocuparon las pistas del aeropuerto barcelonés de El Prat, lo que obligó a cancelar o desviar más de 500 vuelos y abrió una batalla en los tribunales.