Los organismos mundiales predican la igualdad de género, son vistos como importantes foros para impulsar políticas contra la discriminación y afirman estar fervientemente comprometidos con la participación de las mujeres. Pero, cuando cuando se trata de ocupar la cima de las principales organizaciones multilaterales, ellas han sido excluidas sistemáticamente de los puestos de liderazgo: los presidentes, los directores generales, los altos comisarios y los directores ejecutivos han sido, predominantemente durante décadas, hombres.
Un nuevo informe publicado este lunes deja en evidencia un patrón de falta de mujeres en la cúpula de las organizaciones internacionales más importantes del mundo.