El Gobierno de Benjamín Netanyahu anunció el pasado domingo que dejaría entrar en la Franja una cantidad "mínima" de ayuda, después de 11 semanas de bloqueo absoluto que han llevado a la población a la hambruna
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En medio del hambre y la desesperación en Gaza, se han producido los primeros incidentes, de los que las agencias de Naciones Unidas habían advertido estos días porque la situación es insostenible en el enclave palestino después de más de dos meses y medio en los que no han podido entrar a la Franja comida ni otros suministros básicos debido al bloqueo impuesto por Israel.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU ha informado este viernes de que 15 de sus camiones fueron saqueados el jueves por la noche en el sur de Gaza mientras se dirigían a una de las panaderías que apoya el organismo. “Los camiones transportaban suministros de comida vitales para la población hambrienta que espera ansiosa esta asistencia”, ha dicho el PMA en un comunicado.
La organización pudo entregar harina a las panaderías que apoya en el sur y el centro de Gaza el miércoles por la noche y el jueves esas panaderías empezaron a hornear por primera vez después de más de dos meses. El pan producido está siendo distribuido a las cocinas comunitarias que reparten comida, muchas de las cuales tuvieron que cerrar durante el periodo de bloqueo total establecido por las autoridades israelíes.
El PMA ha pedido poder entregar harina y comida directamente a las familias, siendo esta “la forma más efectiva de evitar el hambre generalizada”. Además, después del saqueo de sus camiones, ha lamentado que “no puede operar de forma segura bajo un sistema de distribución que limita el número de panaderías y lugares donde la población de Gaza puede acceder a la comida”.
El de anoche es el primer incidente que se registra desde que la ayuda humanitaria ha empezado a entrar a cuentagotas en la Franja, pero las agencias de la ONU y otras organizaciones han advertido de que es muy probable que ocurran saqueos, robos y otros episodios debido a que la situación en Gaza es desesperada y que la cantidad de ayuda que está llegando es insignificante respecto a las necesidades de la población.
El comisionado general de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos, Philippe Lazzarini, ha dicho en su cuenta de X que nadie debería sorprenderse si “la preciosa ayuda es saqueada, robada o perdida”. Lazzarini ha recordado que “la gente de Gaza ha pasado hambre y ha sido privada de lo más básico, incluidas el agua y las medicinas, durante más de 11 semanas”.
El pasado 2 de marzo, el Gobierno israelí prohibió la entrada de cualquier cargamento de ayuda humanitaria o bienes comercial a Gaza, como forma de “presionar” al grupo palestino Hamás para que cediera en las negociaciones para prolongar el alto el fuego que estaba en vigor desde el 19 de enero. Mientras duró el algo el fuego, cientos de camiones con suministros llegaron a la Franja cada día, por lo que los almacenes de las organizaciones internacionales estaban llenos cuando Israel decidió cerrar los pasos fronterizos.
La comida y suministros básicos almacenados se fueron agotando entre marzo y mayo, hasta el punto de que las autoridades israelíes se vieron forzadas a reabrir el paso de Kerem Shalom para dejar entrar un poco de ayuda, aunque el primer ministro Benjamín Netanyahu ha dicho claramente que sólo va a permitir una pequeña cantidad, calificada de “una gota en un océano” y “una cortina de humo” por representantes de Naciones Unidas y ONG internacionales.