El primer ministro ha reiterado su intención de tomar el control del territorio palestino, pero ha dicho que hay que hacerlo de forma que la comunidad internacional no interfiera en sus planes
El primer ministro Benjamín Netanyahu ha dicho este lunes que las tropas israelíes van a tomar el control de toda la Franja de Gaza, pero ha admitido la creciente presión por parte de la comunidad internacional para que Israel permita la entrada de ayuda humanitaria al enclave palestino después de dos meses y medio de bloqueo absoluto.
“Estamos involucrados en intensos y masivos combates en la Franja de Gaza, y hay progresos”, ha asegurado Netanyahu en un vídeo emitido este lunes después de que el Ejército israelí anunciara la intensificación de los ataques durante el fin de semana. “Vamos a tomar el control de toda la Franja de Gaza (...) para hacerlo, necesitamos hacerlo de una forma que no nos paren”, ha explicado. Netanyahu se refiere a las críticas por la ofensiva israelí, que ha matado a cientos de gazatíes en los últimos días, pero sobre todo por la hambruna que padece la población de la Franja a causa del bloqueo.
“Nuestros mejores amigos del mundo, senadores que apoyan apasionadamente a Israel (...) me dicen esto: 'Te estamos dando toda la ayuda necesaria para la victoria, armas, apoyo, protección en el Consejo de Seguridad [de la ONU]. Pero hay una cosa que no podemos aguantar, no podemos aceptar imágenes de una hambruna, una hambruna masiva'”, ha admitido Netanyahu, aparentemente en referencia a su principal aliado, Estados Unidos.
Por ello, el Gobierno israelí ha decidido permitir la entrada en Gaza de una pequeña cantidad de ayuda humanitaria, una decisión calificada de “difícil” por Netanyahu y que ha sido detallada por uno de sus ministros más radicales, Bezalel Smotrich, titular de Finanzas.
En declaraciones recogidas por el periódico Haaretz, Smotrich ha dicho que “la realidad requiere la entrada de un nivel mínimo de comida y medicinas para la población civil de Gaza”, pero ha asegurado que ningún suministro irá a parar a manos del grupo palestino Hamás. El pasado 2 de marzo, Israel cerró completamente el paso a los cargamentos humanitarios y de otros bienes alegando que el movimiento islamista estaba requisando la ayuda para venderla en el mercado negro y financiar sus actividades. Smotrich ha dicho que el plan del Gobierno ahora es “completamente diferente a cualquier cosa del pasado” y que va a seguir adelante “hasta que Hamás sea destruido”.
“En el camino, lo que queda de la Franja también va a ser barrido, simplemente porque todo allí se ha convertido en una gran ciudad del terror”, ha agregado. “Llevamos año y medio acabando con Hamás y desmantelando la forma de Gaza, dejándola con un nivel de destrucción completo y sin precedentes, y el mundo aún no nos ha parado”.
Este lunes al mediodía, el portavoz en árabe del Ejército israelí, Avichay Adraee, ha advertido a los residentes de Jan Yunis, Beni Suhaila y Abasan, todas en el sur de la Franja, que abandonen estas zonas antes de que las tropas lancen un “ataque sin precedentes”. Además, ha anunciado que la gobernación de Jan Yunis es considerada a partir de ahora como una “zona de combate peligrosa”.
En los pasados días y horas, la ONU y organizaciones de todo el mundo han pedido que se permita la entrada de ayuda humanitaria a Gaza, donde los más de dos millones de habitantes ya pasan hambre y se están quedando absolutamente sin víveres. El secretario general de Naciones Unidas, Antònio Guterres, denunció la política de “cerco y hambre” impuesta sobre el enclave palestino por parte de Israel. Además, las agencias del organismo y las ONG han recordado que miles de camiones con comida y bienes de primera necesidad llevan semanas esperando a las puertas de Gaza, y que su personal está listo para distribuir esa ayuda en cuanto Israel lo permita.
Con información de la Agencia EFE