El secretario de Estado, Marco Rubio, le comunicó a su homólogo británico que ni él ni el enviado de Trump acudirían a la cita en Londres mientras Trump y Putin sugieren un plan para que Rusia se quede con los territorios ucranianos ocupados
Putin propone un acuerdo de paz a cambio de quedarse los territorios que ocupa en Ucrania, según el 'Financial Times'
En una nueva muestra de la dificultad de los europeos para participar en las negociaciones sobre la guerra de Ucrania, el Reino Unido ha cancelado la reunión de ministros de Exteriores prevista este miércoles para avanzar hacia un alto el fuego tras el plantón del secretario de Estado de Estados Unidos.
Unas horas antes de la reunión en Londres con los ministros del Reino Unido, Francia, Alemania y Ucrania, el secretario de Estado, Marco Rubio, llamó a su homólogo británico, David Lammy, para anunciarle que no iba ni él ni el enviado del presidente para la mediación en la guerra de Ucrania. El emisario de Trump, Steve Witkoff, en cambio, sí acudirá a su cuarta reunión en Moscú esta semana. Rubio dijo que visitaría el Reino Unido “en los próximos meses”.
El Ministerio de Exteriores británico dijo en un comunicado que las negociaciones de paz de los ministros “se posponen” y que la reunión de este miércoles se reduce a charlas entre representantes de menor rango cerradas a los medios, es decir que no se prevé ninguna comunicación o rueda de prensa después.
La delegación de Ucrania ha acudido igualmente a la cita en Londres, con los ministros de Exteriores, Andrii Sybiha, y de Defensa, Rustem Umerov, que fueron recibidos por Lammy y el ministro de Defensa británico. En la reunión también estaba presente el jefe de gabinete del presidente Volodímir Zelenski, Andriy Yermak. “A pesar de todo, trabajaremos por la paz”, dijo Yermak.
El plan Putin/TrumpLa cancelación -o retraso- de la reunión llega cuando Estados Unidos y Rusia están empujando una propuesta, según los diarios Financial Times y el Telegraph de Londres, que consistiría en que se congele la línea actual del frente y Rusia se quedé con los territorios ocupados desde la invasión a gran escala de Ucrania en cuatro regiones, Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia. Además, Estados Unidos reconocería como legítima la anexión de Crimea en 2014 y aceptaría vetar la entrada de Ucrania en la OTAN. El Financial Times publicaba este martes que ésa era la propuesta de Vladímir Putin; según el Telegraph, ahora se trata también de la propuesta de Donald Trump.
El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, sugirió este miércoles que efectivamente ésa es la propuesta de Estados Unidos. “Las líneas del frente actuales, o algo parecido a ellas, es lo que él en último término va a marcar las nuevas fronteras en el conflicto”, dijo a un grupo de periodistas durante su visita a India. Vance, defensor de las posiciones del Kremlin desde antes de llegar a la Casa Blanca, aseguró que Estados Unidos se retirará de las negociaciones si Rusia y Ucrania no aceptan el acuerdo.
Ucrania ha repetido que no reconocerá oficialmente la anexión de Crimea y tampoco la cesión de otro territorio ocupado, si bien un acuerdo podría incluir una congelación del conflicto. El reconocimiento legal de la ocupación de su territorio es algo que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ni siquiera podría hacer por motivos legales.
“Eso no es constitucional”, explicaba Olga Onuch, catedrática de Política Ucraniana de la Universidad de Manchester, en una entrevista a elDiario.es. “El presidente no puede acordar una concesión territorial: si hiciera eso, estaría violando la Constitución y habría procedimientos legales en su contra. Él podría aceptar un cese de la violencia y el statu quo y dejar qué sucede con los territorios para un acuerdo posterior, pero no el cambio de las fronteras sin potencialmente afrontar batallas legales.”

Pese a los repetidos desplantes de Estados Unidos y la reticencia de Rusia, el Reino Unido y Francia siguen trabajando en una posible misión de paz que ayude con tropas a proteger infraestructuras civiles básicas en Ucrania después de un acuerdo de cese de hostilidades. Una de las condiciones que ha repetido el primer ministro británico, Keir Starmer, es que Estados Unidos aporte algún tipo de ayuda a esa misión, al menos en forma de aviones de vigilancia o datos de inteligencia, pero la Administración Trump se resiste a comprometerse.
Por otro lado, más allá de los soldados franceses y británicos, no está claro quién más podría participar. Varios países, entre ellos también no europeos como Canadá, Australia y Japón, han sugerido que podrían aportar fondos o apoyo logístico.
El Gobierno español sigue sin comprometerse a aportar ayuda de ningún tipo para esta posible misión y repite que es “demasiado pronto” para hacer preparativos como quieren Londres y París.