Después de casi una semana sin que Israel haya permitido la entrada de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza, tal y como establece el acuerdo de alto el fuego, el Gobierno de Netanyahu cumple su amenaza y corta el suministro eléctrico
Israel amenaza con dejar a Gaza sin electricidad para forzar a Hamás a aceptar su propuesta
Menos de una semana después, el Gobierno de Benjamín Netanyahu ha cumplido sus amenazas. Después de suspender la entrada de ayuda humanitaria hace una semana, el domingo el ministro de Energía israelí, Eli Cohen, ha ordenado cortar “inmediatamente” cualquier suministro de electricidad facilitado por la Corporación Eléctrica de Israel a la Franja de Gaza, según informó en un mensaje de vídeo grabado.
“He firmado una orden para cortar inmediatamente la electricidad en la Franja de Gaza. ¡Basta de hablar, es hora de actuar!”, dijo Cohen en una publicación en su cuenta de la red social X (antes Twitter). El ministro asegura que Israel utilizará “todos los medios a su alcance para asegurar el regreso de todos los rehenes israelíes” y agregó que “Hamás no se quedará en Gaza después de la guerra”.
El portavoz del primer ministro Benjamin Netanyahu, Omer Dostru, ya lanzó esta amenaza el martes pasado a través de la radio del Ejército de Israel. Dostru, que aseguró que su Gobierno está dando a Hamás y a los mediadores unos días para extender la primera fase del alto el fuego, que expiró el domingo, planteaba la posibilidad de cortar todo el suministro eléctrico en la Franja para presionar a Hamás. “No lo descartamos”, decía.
Según el diario israelí Haaretz, la electricidad que Israel suministraba actualmente a la Franja de Gaza sirve para el funcionamiento de la única planta de tratamiento de aguas residuales, a lo que pondrá fin esta directiva, además de para la única planta de desalinización que sigue en pie, según informa The Guardian. Por otra parte, los pocos hospitales aún operativos en Gaza dependen de generadores eléctricos que funcionan con gasolina, la cual Israel tampoco permite llegar a la Franja.
El grupo islamista Hamás ha calificado la orden de Israel de “chantaje inaceptable”. “Cortar la electricidad, cerrar los cruces fronterizos, interrumpir la ayuda, el socorro y el combustible y dejar morir de hambre a nuestro pueblo constituye un castigo colectivo y un crimen de guerra en toda regla”, afirmó la milicia en un comunicado.
Precisamente esta medida se produce cuando se cumple hoy una semana desde que Israel prohibiera la entrada de ayuda humanitaria a la Franja, en una medida que Hamás calificó como “un intento flagrante de evadir el acuerdo (de alto el fuego) y evitar entrar en negociaciones para la segunda fase”.
“Mientras tanto, estamos aplicando nuestra propia presión, que empezó con el cese de la ayuda humanitaria y frenar la entrada de todos los bienes, incluido el combustible”, señalaba la semana pasada el portavoz de Netanyahu en declaraciones recogidas por el diario israelí Haaretz. “Cuanto más tiempo mantenga Hamás su negativa, más presión tiene que ejercer Israel”.
“Con el final de la fase 1 (…), el primer ministro Netanyahu ha decidido que, a partir de esta mañana, toda entrada de bienes y suministros a la Franja de Gaza cesará”, anunció en un mensaje el 2 de marzo la oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
La entrada de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza era uno de los puntos destacados de la primera fase del acuerdo firmado en enero –con la mediación de Egipto, Qatar y EEUU–. Hamás e Israel se comprometieron a cesar las hostilidades durante al menos 42 días a cambio de la liberación de alrededor de 2.000 presos palestinos y 33 rehenes retenidos en Gaza, además de la entrada de unos 600 camiones de ayuda, suministros y combustible cada día.
El acuerdo firmado en enero permite la prórroga del alto el fuego una vez acabe la primera fase, siempre y cuando las partes estén negociando las condiciones de la segunda fase; pero esas negociaciones han fracasado hasta el momento. Está previsto que las conversaciones se retomen en Qatar esta semana, con la presencia del enviado especial para Oriente Medio de Donald Trump, Steve Witkoff.