Israel intensifica la ofensiva y bombardea Gaza de norte a sur

El Ejército de Israel ha intensificado su ofensiva contra Gaza, después de haber recuperado el control de su territorio en los alrededores de la franja, en el que el sábado se habían infiltrado cientos de milicianos del grupo palestino Hamás, que siguen reteniendo en sus manos a más de un centenar de rehenes israelíes, civiles y militares, además de algunos extranjeros. Los bombardeos han golpeado la región de norte a sur.

"He levantado todas las restricciones. Estamos pasando a una ofensiva total", ha señalado este martes el ministro de Defensa, Yoav Gallant.

"Hamás quiso un cambio y cambiará 180 grados respecto a lo que pensaban. Se arrepentirán de ese momento: Gaza nunca volverá a ser lo que era".

La localidad de Jan Younis, en el sur de Gaza, ha sido golpeada repetidamente. El Ejército israelí ha realizado cien ataques contra esa zona, considerada "un centro de la organización terrorista Hamás, desde donde se lanzan las operaciones contra Israel", ha afirmado en un comunicado. Desde el mar Mediterráneo, frente a las costas de Jan Younis, la Marina israelí también ha atacado la localidad.

En la morgue del hospital ya no hay sitio para los cadáveres, que yacen en el suelo con los nombres escritos en sus torsos, según la agencia de noticias Reuters. A los familiares de las víctimas les han pedido que recojan los cuerpos para liberar espacio, porque probablemente llegarán otros.

En el sur, desde el lunes Israel ha atacado hasta en tres ocasiones la única salida de Gaza que no controla, el paso fronterizo de Rafah con Egipto, según el medio independiente egipcio Mada Masr. Después de dos ataques en el día de hoy, el cruce ha sido cerrado de forma indefinida. Hasta ahora, sólo los palestinos con un permiso especial podían salir de la franja para recibir tratamiento médico. El Ejército ha confirmado que ha llevado a cabo bombardeos en la zona de Rafah para "destruir un túnel usado para introducir clandestinamente armamento y equipos a Gaza".

En el norte, el barrio de Rimal en la Ciudad de Gaza ha sido reducido a escombros tras horas de bombardeos, según la agencia AP. "Vendo juguetes, no misiles. Quiero irme de Gaza ¿por qué me tengo que quedar aquí? He perdido mi trabajo y mi casa", denunciaba uno de los vecinos a la agencia estadounidense. Según la agencia palestina Wafa, los bombardeos han destruido 22.639 viviendas.

Por su parte, las comunidades y localidades próximas a Gaza aún cuentan las víctimas del asalto de Hamás, que ha dejado de momento 900 muertos y 2.400 heridos israelíes. Entre los asesinados y secuestrados hay menores de edad. "Bebés, madres y padres han sido asesinados por los terroristas. Esto no es una guerra ni un campo de batalla, es una masacre", ha señalado a Reuters el general israelí Itai Veruv durante una visita al kibutz de Kfar Aza, una de las zonas más afectadas por el ataque de Hamás.

En el lado palestino, el saldo de muertos y heridos supera los 800 y aumentó considerablemente este martes. El Ministerio de Sanidad gazatí ha advertido que no está siendo fácil recopilar datos porque la conexión a Internet no es estable en la franja. No sólo los bombardeos han dañado notablemente la infraestructura, sino que los aviones y drones militares interrumpen las comunicaciones cuando sobrevuelan la zona.

Entre las víctimas mortales de los bombardeos, están dos altos cargos de Hamás: el ministro de Economía de Gaza, Yoad Abu Shmala, y el encargado de relaciones exteriores, Zacaría Abu Maamar. Ambos eran miembros de la oficina política de Hamás, el principal órgano del movimiento islamista. El Ejército israelí ha afirmado que también los ministros y otros cargos civiles del grupo son objetivos militares y, en el caso de Abu Shmala, "manejaba la financiación del terrorismo dentro y fuera de la franja de Gaza", mientras Abu Maamar "tomaba parte en las decisiones de la organización y la planificación de numerosas actividades de terrorismo contra el Estado de Israel".

La UE ha subido el tono contra Israel después del bloqueo de Gaza. El alto representante, Josep Borrell, ha condenado primero “todos los ataques a civiles” y después ha admitido que la respuesta del Gobierno de Benjamin Netanyahu supone una violación del derecho internacional, en el que la UE enmarcaba su derecho a la autodefensa. “Israel tiene derecho a defenderse, pero tiene que ser de acuerdo al derecho internacional y algunas decisiones son contrarias al derecho internacional”.

Después de asegurar el control sobre su territorio, el siguiente objetivo de las tropas israelíes es el rescate de unas 100 personas que fueron secuestradas por los milicianos en las localidades y comunidades en las que penetraron el fin de semana, y que ahora se encuentran en Gaza, en manos de Hamás y el grupo Yihad Islámica. Los rehenes están expuestos tanto a los bombardeos israelíes como a las amenazas de Hamás.

El grupo islamista ha amenazado con ejecutar “públicamente” a los ciudadanos israelíes si su Ejército continúa efectuando bombardeos indiscriminados sobre Gaza, sin previo aviso a los residentes. “Cualquier ataque contra casas inocentes en Gaza sin previo aviso y alerta se enfrentará a la ejecución pública de un rehén”, afirmó ayer en un comunicado Abu Obeida, portavoz de las brigadas de Al Qasam, brazo armado de Hamás.

“El enemigo no entiende el lenguaje de la humanidad y la moral, y nos dirigiremos a él en el lenguaje que conoce. Responsabilizamos a la ocupación ante el mundo por esta decisión, y la pelota está en su tejado”, ha advertido Obeida.

Habitantes de la franja han denunciado que Israel ha dejado de emplear un método por el que el Ejército avisa de que va a bombardear, lanzando dispositivos no explosivos a los tejados de las casas unos minutos antes de soltar las bombas, para que la población pueda salir, a menudo con el tiempo justo. Israel, por su parte, asegura que ha enviado mensajes a los residentes de Gaza para que evacúen zonas que van a ser bombardeadas.

Se cree que entre los rehenes hay extranjeros, además de medio centenar de uniformados, incluidos oficiales, que serán la moneda de cambio más valiosa para los milicianos palestinos – por ello, Obeida ha asegurado que sólo los civiles serán ejecutados, no los militares.

Por ejemplo, el Ministerio de Exteriores francés, que ha confirmado la muerte de cuatro ciudadanos galos en Israel, ha apuntado a que algunos de los 13 franceses desaparecidos "probablemente han sido secuestrados".

Las autoridades israelíes han informado este martes de que han encontrado a 30 personas que estaban desaparecidas en Ein Hashlosha, muy cerca de la frontera de Gaza, según el periódico israelí Haaretz. Por su parte, el portavoz del Ejército, Daniel Hagari, ha confirmado que 50 soldados han sido secuestrados y 123 han perdido la vida. La Policía israelí, por su parte, ha informado de que más de 40 de sus efectivos han fallecido.

A pesar de la presencia de esos rehenes en Gaza, Israel no ha dejado de lanzar bombardeos y misiles sobre la franja, destruyendo manzanas enteras de la capital, Gaza, y en otras zonas, como la localidad de Jan Younis, en el sur del enclave, donde viven hacinadas 2,3 millones personas.

Numerosos gazatíes han fallecido y resultado heridos en el bombardeo de un viejo edificio municipal, que estaba siendo empleado como refugio, según la agencia de noticias Reuters. "Hay muchos mártires, la gente sigue debajo de los escombros, algunos de mis amigos han muerto o son heridos", dijo Ala Abu Tair, de 35 años, que estaba en ese refugio con su familia, que ha huido de su casa cerca de la frontera de Gaza con Israel. "No hay un lugar seguro en Gaza, [los bombardeos] golpean en todas partes".

Desde que Israel comenzó a bombardear Gaza en respuesta al ataque de Hamás, el sábado, 187.518 personas se han visto desplazadas y, de ellas, casi 137.500 se están refugiando en 83 escuelas de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), después de haber abandonado sus casas por temor a que sean blanco de los ataques aéreos. La UNRWA en España ha asegurado que la pasada noche ha sido "terrorífica" debido a los incesantes bombardeos. "La población civil está atrapada bajo bombardeos y sin apenas electricidad y agua potable", ha denunciado el comité español de la UNRWA en la red social X (antes Twitter).

Entre las víctimas palestinas hay tres reporteros, según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) internacional. Los tres murieron el sábado, cuando estaban informando sobre el ataque de Hamás y el comienzo de la escalada con Israel. Otros dos periodistas están desaparecidos y un sexto resultó herido por esquirlas.

Las organizaciones humanitarias también han alertado de la situación en Gaza, que se enfrenta a una grave escasez de suministros, de electricidad y de agua, después de que Israel ordenara ayer el bloqueo total de la franja, donde ya escasean todos los bienes básicos.

“No habrá electricidad, alimentos ni combustible” que provengan de Israel, aseguró ayer el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant. “He dado una orden: Gaza estará bajo un cierre total. Estamos luchando contra animales humanos y actuamos en consecuencia”. La electricidad en la franja ya se encuentra racionada y, según Al Jazeera, las reservas no durarán más de dos días si no llega más combustible para alimentar las centrales eléctricas y los generadores, de los que dependen en gran parte los hospitales y clínicas.

El alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, ha alertado este martes de que el bloqueo puede suponer un "castigo colectivo" si no está justificado por "necesidades militares".

"Esta situación empeora una situación humanitaria y de derechos humanos que ya era grave en Gaza y afecta la capacidad de funcionar de las instalaciones médicas, especialmente frente al aumento del número de heridos", ha lamentado Türk. Asimismo, ha expresado su malestar por "las supuestas ejecuciones sumarias de civiles y, en algunos casos, asesinatos masivos a manos de miembros de grupos armados palestinos".

Desde Médicos Sin Fronteras (MSF) también han asegurado en un comunicado que "la situación es horrible" en el sector sanitario de la franja. "Hay un gran número de víctimas israelíes y palestinas. Nuestros colegas palestinos trabajan día y noche para hacer frente a la afluencia de personas heridas", ha explicado el coordinador de la ONG en Gaza, Matthias Kannes.

"Muchos de nuestros colegas palestinos abandonaron su casa por miedo a ser atacados, algunos de ellos reportaron la destrucción total del edificio en el que vivían", ha lamentado.

Por su parte, el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), su directora ejecutiva, Catherine Russell, se ha mostrado "profundamente preocupada por las medidas tomadas para bloquear la electricidad e impedir que entren alimentos, combustible y agua en Gaza, lo que puede poner en riesgo la vida de los niños y niñas".

"Dado el rápido deterioro de la situación, los actores humanitarios deben poder ofrecer un acceso seguro a los niños y sus familias a servicios y suministros que salvan vidas, dondequiera que se encuentren", ha dicho en un comunicado. Y ha recordado "a todas las partes que en esta guerra, como en todas las guerras, son los niños y niñas quienes sufren primero y quienes sufren más”.

La coordinadora humanitaria de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados, Lynn Hastings, ha alertado de las "graves consecuencias humanitarias" que ya están teniendo las hostilidades. "Casas, escuelas, instalaciones médicas y otras infraestructuras han sido dañadas o destruidas" en la franja de Gaza, donde ha cifrado en 200.000 los que han abandonado sus hogares porque "temen por sus vidas o sus casas han sido destruidas".