El sector exterior ha aportado un tercio del 12,5% de crecimiento entre 2022 y 2024. En 2025, restará al avance del PIB por primera vez en este ciclo y dejará a la demanda interna toda la responsabilidad de que se cumplan unas previsiones que nos vuelven a erigir como líderes de la UE
El FMI advierte del recorte de medio punto en el crecimiento mundial en 2025 por los aranceles de Trump
España vuelve a ser la gran excepción positiva entre las grandes economías de la Unión Europea (UE), y prácticamente de todo el mundo.
Estas son la fortaleza y el talón de Aquiles de la economía de España. Según apuntó este miércoles Raymond Torres, director de coyuntura económica de Funcas, que también ha actualizado sus proyecciones, “el sector exterior ha aportado un tercio del 12,5% de crecimiento de España acumulado entre 2022 y 2024”.
Ahora, nuestras exportaciones y el sector del turismo son de los menos expuestos directamente a las barreras comerciales de Estados Unidos. Pero, inevitablemente, en 2025, este motor excepcional de España se enfrenta a un contexto de incertidumbre internacional total por la guerra comercial escalada por la Administración de Donald Trump y restará algunas décimas al avance del PIB (Producto Interior Bruto, el indicador con el que se mide la evolución de la actividad) por primera vez en este ciclo de expansión.
En este escenario, este año, la demanda interna (el consumo de las familias y la inversión de las empresas) asume toda la responsabilidad del crecimiento del 2,5% que estima el FMI, según un panorama de previsiones que nos vuelve a erigir como líderes de la UE.
“El sector exterior ha sido un pilar fundamental, aportando directamente un tercio del crecimiento acumulado en el último trienio, e indirectamente más”, comenta Raymond Torres. “Esta ha sido una diferencia respecto a una eurozona estancada. Eso muestra, a la vez, la fuerza de la economía española, pero también su debilidad”, continúa.
La doble perturbación de la guerra comercialEste economista identifica actualmente una doble perturbación, “y viene en ambos casos del exterior”. En primer lugar, se refiere a las nuevas barreras comerciales objetivas, por el incremento de los aranceles. En el caso de las exportaciones a Estados Unidos, se sitúan “por encima de los valores registrados durante todo el periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial”.
La segunda perturbación es “tanto o más significativa desde el punto de vista económico”, prosigue Raymond Torres, quien lamenta “un deterioro de la confianza, muy en paralelo con las idas y venidas de los anuncios” de la Administración de Estados Unidos. El nivel de incertidumbre en la primera potencia mundial “roza prácticamente lo que vimos en pandemia”, señala el analista de Funcas.
Esta doble perturbación —cuya evolución es muy difícil de estimar según admiten todos los centros de análisis y las instituciones como el FMI o el BCE— implica un impacto indirecto para la actividad en España a medio y largo plazo que amenaza con quebrar las tendencias positivas que todavía resisten.
Entre ellas, el mercado laboral merece una mención especial. “Seguirá expandiéndose, si bien a un ritmo inferior que en el periodo reciente. Se anticipa la creación de 360.000 empleos netos anuales durante el bienio 2025-2026, frente a un promedio de 550.000 en los dos últimos años (en términos de EPA)”, resalta el informe de Funcas. “También se prevé una desaceleración de la población activa, ya que la escasez de vivienda actuará como cuello de botella para la inmigración y la incorporación de nueva fuerza laboral en general”, continúa. Por eso, “la tasa de paro descenderá hasta el 10% en 2026”.
Un crecimiento “menos equilibrado”“El crecimiento [este año] será menos equilibrado que en años anteriores, ya que procederá solo de la demanda interna. El sector exterior restará [compraremos más fuera de lo que vamos a ingresar por las exportaciones y el turismo]”, incide el informe de previsiones de Funcas. “Dentro de la demanda interna destaca el fuerte avance del consumo, contrastando con la debilidad de la inversión, particularmente en el segmento de bienes de equipo, el más sensible al deterioro del entorno internacional”, añade.
Mientras, “la escalada proteccionista hará mella en las exportaciones, sobre todo de bienes, lastradas por la elevación de los aranceles. Las exportaciones de servicios no turísticos perderán algo de vigor, en consonancia con la desaceleración de los mercados internacionales. Y el turismo crecerá menos que en años anteriores, habida cuenta de los fenómenos de saturación que se han registrado durante la temporada veraniega. Pese a ello, se alcanzaría un nuevo récord de afluencia de viajeros extranjeros”, recoge el informe de Funcas.
“El consumo privado crecerá a un ritmo elevado, sostenido por el incremento de la renta disponible de los hogares [por la creación de empleo y las subidas de salarios] y el desembolso de una parte del ahorro acumulado en los dos últimos años. Se espera también un aumento adicional del consumo público [el gasto de las Administraciones], aunque menos vigoroso que en ejercicios anteriores por la situación de prórroga presupuestaria y el sistema de entregas a cuenta a las administraciones territoriales: este año las compensaciones en virtud de dicho sistema serán relativamente limitadas, aportando menos laxitud al gasto autonómico que en ejercicios anteriores. Además, es previsible una cierta recuperación de la inversión residencial, en un entorno de fuerte demanda de vivienda”, argumenta este centro de análisis.
Dos claves para el consumo de las familias es la moderación de la inflación y las bajadas de los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE), que abaratan las hipotecas y los préstamos en general.
Según detalla el equipo de expertos de Funcas, el control de las subidas de precios de consumo es consecuencia de la moderación de los costes de los productos importados. “Esto se explica principalmente por la apreciación del euro, el abaratamiento de los hidrocarburos y la mayor entrada de productos en España, en un contexto de competencia exacerbada por el cierre de facto del mercado norteamericano a las exportaciones procedentes de Asia”, enumera.
Asimismo, la rebaja de los costes de financiación es crucial tanto las necesidades de inversión en la transición energética, en la digital, como en planes de ayuda para avanzar en lo que la UE está denominando “autonomía estratégica”. Un concepto que viene a significar que hay que depender menos del exterior ante el clima internacional de absoluta inestabilidad. Para todo eso hace falta dinero 'barato'. Así como para el incremento del gasto público en defensa y seguridad, anunciado este mismo martes por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Este último aspecto, y pese a estos compromisos, el FMI confía en que España vaya cumpliendo los objetivos fiscales de reducción del déficit (el desequilibrio entre los ingresos y los gastos públicos, respecto al PIB) y de la deuda.