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‘The history of sound’, un fallido drama romántico gay que demuestra que ni Paul Mescal es infalible

Paul Mescal y Josh O’Connor son el reclamo principal del filme dirigido por Oliver Hermanus, que además la realiza después de convencer al público con Living —su remake del filme de Kurosawa que le valió su primera nominación al Oscar a Bill Nighy— y de triunfar en televisión con Mary & George.

Sobre el papel todo era perfecto para tener un nuevo romance gay para las nuevas generaciones, una sustituta de Brokeback Mountain, referencia evidente del filme, película de la que se cumplen 20 años y que se convirtió en un absoluto icono para la comunidad queer. Un director competente, que ya había abordado cuestiones como la homofobia en Sudáfrica en la estimulante Moffie; dos actores que encima representan un nuevo modelo de ser hombre en Hollywood, y un contexto histórico —la primera guerra mundial— que aportaba un elemento dramático para este romance.

Sin embargo, The history of sound se ha convertido en una de las decepciones del Festival de Cannes. Puede que este certamen no sea el sitio idóneo para mostrar un filme tan académico, de tan poco riesgo y tan convencional en casi todos sus sentidos. No se puede decir que el filme de Hermanus sea un fiasco, pero sí que la propuesta se queda a años luz de lo que prometía, y debía ser. Principalmente por su frialdad. Hermanus adopta una distancia hacia lo que cuenta que hace que la película llegue a ser gélida por momentos. 

Paul Mescal en 'The history of sound' Paul Mescal en 'The history of sound'

Una historia que debería habernos arrollado, dejarnos con el corazón encogido, solo lo consigue en una emotiva coda final que sí que logra que se empatice con los protagonistas. Por desgracia es demasiado tarde. Ahí vuelve a salir la comparación con Brokeback Mountain. La maestría de Ang Lee y del guion de Larry McMurtry y Diana Ossana conseguía que el filme actuara casi como una gota china. A un ritmo lento. Con una puesta en escena clásica. Sin aspavientos ni subrayados, uno acababa conmovido hasta la lágrima. 

Aquí Hermanus, que también adapta un relato corto como lo hiciera Ang Lee en su momento, no consigue que uno avance con sus protagonistas. No hay pasión por ellos. Ni la hay, y ahí el otro gran problema, entre ellos. Tener a dos actores como Mescal y O’Connor parecía un seguro de vida para The history of sound pero, sin embargo, ambos no tienen la química esperada. Es Mescal quien lleva casi todo el peso del filme, y mientras que en otras ocasiones su contención tiene mil registros, aquí no consigue emocionar con su rostro hierático y casi impasible. Lejos están sus interpretaciones en Normal People o Aftersun, donde clavaba cada pequeño gesto para transmitir mucho con poco. 

Si Paul Mescal demuestra que no es infalible, quien de momento sigue sin fallar es Josh O’Connor, que sale airoso como lo mejor de la película. Su personaje, mucho más secundario, desprende encanto, una sonrisa que conquista y es el que provoca más empatía con el espectador. Por desgracia no es suficiente.

'Brokeback Mountain' es una película hermosa, pero aborda la idea de la represión, mientras que 'The history of sound' es una celebración del amor entre estos hombres

Paul Mescal — Actor

Tampoco consigue el director que interese el contexto histórico donde lo desarrolla. La primera guerra mundial sirve solo de marco temporal, ya que realmente lo que le interesa al cineasta, y de ahí su título, es la gira que hacen ambos amantes por la América profunda registrando y grabando las canciones del folclore popular. Una excusa argumental que podía haber dado pie a una radiografía del país, para un análisis del momento, de los miedos de una sociedad que había mandado a sus hombres a una guerra de la que muchos no volverían. Sin embargo, a Hermanus solo le interesa la sucesión de unas canciones que pueden convertirse, además, en una barrera cultural para los espectadores de fuera de EEUU, que no se emocionarán de la misma forma.

En la rueda de prensa de la película, donde no estuvo Josh O’Connor por estar rodando, Mescal habló precisamente de esas comparaciones con Brokeback Mountain que calificó de “frustrantes y perezosas”. “Personalmente, no veo ningún paralelismo, salvo que pasamos un rato en una tienda de campaña. Brokeback Mountain es una película hermosa, pero aborda la idea de la represión, mientras que The history of sound es una celebración del amor entre estos hombres y no trata de la represión de su sexualidad”, analizó.

También opinó sobre la masculinidad, que para él “está en constante cambio”. “Creo que quizás en el cine nos estamos alejando de los personajes masculinos tradicionales, de los protagonistas que son machos alfa, pero no creo que la película defina ni intente redefinir la masculinidad”, dijo el actor, que dentro de poco interpretará a Paul McCartney en la película sobre los Beatles. 

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