Un álbum en el que hablan sobre los Días de mierda, sugieren una oda al Pogo y hasta se proponen fundar un partido comunista, fascista, nacionalista e independentista, en el que quepan –y quepamos– todos. Dicen que no entienden de política, pero “sí de sentido común y de corazón”.
Veinte años después desde que formaran el grupo siendo adolescentes, el trío madrileño compuesto por Gabi Montes, Jesús Luna y Jose Luna, celebran estar viviendo un momento dulce, que comparan con la “primavera” por todo el trabajo que “empieza a florecer”. En forma de entradas vendidas, entendimiento entre ellos, más melodías y letras. “Aprender en base al fracaso nos ha hecho mejores amigos y mejor banda”, sostienen.
Con todo el tiempo que lleva sacar un disco, ¿cómo viven el momento en el que por fin sale a la luz?
José Luna: Son días especiales. Yo cada vez lo valoro más, porque me empieza a parecer casi un milagro que siga habiendo bandas y que sigamos sacando discos. Después de todos los procesos que hemos vivido y tantas cosas que uno da por hecho, realmente llevar una relación de cualquier tipo, en este caso de banda, de construirla, reconstruirla, pasar crisis y ser capaz de crear algo es alucinante.
Gabi Montes: Y trascender al tiempo. Tender a una visión largoplacista y paciencia es en sí mismo algo difícil, y ahora lo celebro con bravura.
¿Cómo trabajan su convivencia?
José Luna: Nos ha llevado tiempo, pero tratando de respetar los ciclos personales y de entender los que vivimos como trío. En algún momento nos imponíamos y frustrábamos más, no entendíamos las emociones. Como en toda relación, a veces se impregna todo de un idealismo donde de pronto se producen frustraciones muy fuertes de cómo uno considera que debería ser. Hay un camino recorrido y hemos traspasado momentos críticos, pero cada vez lo vivimos con más tranquilidad, sabiendo que la realidad ofrece retos y que al fin y al cabo solo tenemos que respetarnos, querernos de la mejor manera que sepamos y tratar de seguir haciendo canciones juntos.
Gabi Montes: Hemos aprendido un montón en base al fracaso, de ahí ha salido nuestra vocación. Algo genuino en donde sentíamos que teníamos cosas que contar, independientemente de cuál fuera la consecuencia. Eso nos ha hecho mejores amigos y mejor banda.
¿Qué es el fracaso en una banda que después de 20 años sigue sacando discos y vendiendo entradas?
Gabi Montes: Es que no siempre ha sido así. Para nosotros, lidiar con nuestra propia expectativa era un fracaso, porque era una expectativa que intentabas alcanzar y no alcanzabas. Deconstruir eso y saber que el camino generalmente no te da lo que esperas, generaba frustraciones.
José Luna: Ha habido muchos momentos en los que ha habido que poner a prueba esa vocación.
Gabi Montes: Y nuestra amistad, nuestro perdón.
José Luna: Momentos emocionalmente muy fuertes donde a veces uno no se puede expresar, y las cosas pueden quedarse perdidas en el fondo del mar. Siento que ha llegado la primavera a nuestra banda, empiezan a florecer las flores y creo que cada día nos aceptamos más con nuestras luces, nuestras sombras, nuestras mierdas y cosas superguays.
Empieza a parecer casi un milagro que siga habiendo bandas y sigamos sacando discos
¿Qué han querido canalizar en Bravo?
Gabi Montes: Es una celebración de la imperfección, de las circunstancias, de la vida, de trascender a las cosas feas y convertirlas en algo positivo y bonito. Es lo que cuenta Florito, que es el buey que encontramos mientras buscábamos al toro perfecto para la portada.
¿Por qué el 'toro perfecto'?
Gabi Montes: Queríamos pintar el toro de Osborne de cebra, y por pura logística de que no nos metieran en la cárcel, no nos dejaron. Nos iban a poner una multa porque es patrimonio. Visitamos una ganadería y nos acabamos enamorando de este buey que estaba con los 'desvalidos'.

En una de sus canciones comentan que quieren montar un partido comunista, fascista, nacionalista e independentista, ¿por qué?
Jesús Luna: Es un mensaje de unión. Lo que capta la atención y la incomodidad es escuchar todos esos términos que normalmente van asociados a la política y que parece que te tienes que situar en uno o en otro. Lo primero que piensa la gente al escucharla es, ¿esta gente de qué son, de izquierdas, de derechas? ¿Con quién se están metiendo? Esa polarización que hay, que nos venden en la tele, en los periódicos, no es tal. Llega un momento en el que simplemente está el sentido común, intentar ponerte en el lugar de otra persona. Tenemos que entendernos. Todos queremos lo mismo. Nos meten como en cajones. Estás aquí o aquí, haces rock o pop.
José Luna: Como banda hemos ido aprendiendo en el camino a canalizar aspectos de rabia y de injusticia. Antes resultábamos más contestatarios, pero seguimos encontrando lenguajes para, a través de la alegría, denunciar una realidad donde los partidos se posicionan en un lugar donde juegan con las vísceras de la gente, y la gente sigue sintiendo la herida, porque en esta nación, como en otras tantas, hay una herida real. Con nuestra alegría tratamos de destensar esas tensiones y de mirar un poco más al futuro, que creo que es lo que compete a los artistas.
Gabi Montes: En vez de alimentar la polaridad, la canción trabaja en alimentar el perdón, que es algo que no está de moda, no mola decirlo. El perdón no recibe réditos directos como la polarización. Y es algo tan sencillo y bonito perdonar y ser perdonado, y juntarnos.
José Luna: Ojalá empiecen a emanar nuevos políticos que hablen en un sentido dialogante y de construcción. Esta es nuestra aportación a la política, pero ya te digo, que no entendemos de política, entendemos de sentido común y de corazón.
Son una banda, figuras públicas, parte de su público sí que debe exigirles una posición. ¿Cómo conviven con eso?
Jesús Luna: La primera impresión al ver a alguien es ver dónde coloco a esta persona, qué piensa, qué no piensa. Por los años que vamos cumpliendo y que lleva la banda, cada vez me da más igual lo que piensen los demás. Voy a intentar actuar, y me equivoco mil millones de veces, en este caso hacemos música, cantamos canciones y decimos lo que nos pasa, lo que sentimos. Todo es bastante light y profundo, muy optimistas, y lo que puedan decir de donde nos metan, si somos indies, rock o qué, llega un momento en el que sinceramente nos da igual.
Gabi Montes: Es que no es nuestro trabajo. Nosotros hemos vivido ser demasiado rockeros para tocar en el Sonorama y demasiado pop para tocar en el Viña Rock, y ahora tocamos en los dos sitios. Cada vez nuestro público es cada vez más ecléctico, hay peña de diferentes edades. Se viven emociones muy diferentes. Está la energía visceral de un salto, un pogo, un sudor y una cerveza en la cabeza; y la peña se abraza, se besa, y a mí me nutre y me alimenta a cantar más cosas y a expresarme con más libertad. Para mí es sagrado que aquí quepamos todos porque somos mejores cuantos más seamos.

¿Cuánto empeño han puesto en cuidarse, entenderse y trabajarse para haber alcanzado su 'primavera' como banda?
Jesús Luna: Hemos estado en la más absoluta mierda y esto es un regalo. Yo cuando nos veo tocando, me muero de la alegría. En cuanto entiendes que cada uno hacemos lo que podemos, aprendes a manera un poco la situación, ocupas tu lugar y ves que empieza a funcionar haciendo tu trabajo, de aquí que no me muevan.
José Luna: Siempre ha habido una vocación y espíritu muy bonito de encontrar coherencia, y nos hemos pegado unas chapas, unas rayadas y unas hostias para las que hemos tenido que contarnos historias y encontrarle explicación. Uno de nuestros intereses como banda es tratar de entender cómo funcionan las cosas, un grupo y qué cosas pones en juego. Vas probando y ves que no te compensa ser un hijo de puta, sino que lo que es bueno para uno mismo es precisamente ser transparente y comunicarse. Y que eso que antes parecía de débil o cuestiones que cambiaban ciertos prototipos, es más inteligente. Vas descubriendo procesos sin evitar y haber entendido a lo largo del tiempo que a veces es necesario un conflicto para solucionarlo.
Jesús Luna: Yo de política no tengo ni idea, pero si algún día hacemos un partido comunista, fascista, de todo, pondría una asignatura en el colegio que fuera una banda de música, de rock, de lo que quieran. Tres o cuatro personas que tengan que llegar a final de curso tocando una canción, y la canción es lo de menos. Lo que estoy aprendiendo con estos es la vida. Que luego puedas vivir de ello y vaya bien es increíble, pero si termina mañana, me ha valido la pena.
José Luna: El viaje fuerte y el proceso del artista es al final interno. Se utilizan muchas situaciones en lo externo para manipular a la gente, y caemos. Ha habido un trabajo fuerte e intenso de lágrimas, lloros y también risas y alegrías. Ese es el gran capital que uno se lleva. Puede venir a vernos mucha gente y podemos ganar mucho dinero, pero donde está el oro es en las pequeñas revelaciones que vamos alcanzando como banda. Ir ampliando la barrera de conciencia y los marcos. Y eso nos permite, según estoy viendo, cada vez hacer mejores canciones que llegan a más gente.
Vídeo: Javier Campas, Lourdes Jiménez