Los que trabajamos en televisión tenemos un poco de maldad. A los productores de la versión estadounidense de Mira Quién Baila no les ha valido con fichar a todo un ex portavoz de la Casa Blanca y ex jefe de estrategia del Partido Republicano sino que además ha decidido que Sean Spicer se estrene en el programa bailando salsa vestido de amarillo fosforito. El espectáculo habla por sí solo.
Hay cierta justicia poética en que Spicer, que tanto ayudó a justificar las políticas racistas contra los latinoamericanos en EEUU, haya tenido que menear las caderas precisamente al ritmo del más latino de los bailes.